Elegía a una partida

Elegía a una partida de Hernando de Acuña  Si el dolor de la muerte es tan crecido  que pueda compararse al que yo siento,  duélase el que nació de ser nacido.    Mas nunca pudo muerte al más contento  parecerle jamás tan cruda y fiera,  que iguale a mi dolor su sentimiento.  Muerte puede hacer que el cuerpo muera,  mas, cuando el amador de su bien parte,  el alma se divide, que era entera.    Antes la más perfeta y mejor parte  es la que en el poder ajeno queda,  que con su propia mano Amor la parte.    Pues ved cómo de vos partirme pueda,  que sois parte mayor del alma mía,  sin que el dolor al del morir preceda.    Ya se me representa el triste día  tan lleno de tiniebla, horror y espanto,  cuan ajeno de luz y de alegría.    Y pues de agora se comienza el llanto,  ved qué será en efeto...

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