El tulipán negro: Capítulo XVI

El tulipán negro Capítulo XVI: Maestro y alumna de Alejandro Dumas El infeliz Gryphus, como ha podido verse, se hallaba lejos de participar de la buena voluntad de su hija por el ahijado de Corneille de Witt. No había más que cinco prisioneros en Loevestein; la tarea de guardián no era, pues, difícil de realizar, y la cárcel era una especie de sinecura dada la edad de Gryphus. Pero en su celo, el digno carcelero había agrandado con toda la potencia de su imaginación la tarea que le habían impuesto. Para él, Cornelius había adquirido la proporción gigantesca de un criminal de primer orden. Se había convertido, en consecuencia, en el más peligroso de sus prisioneros. Vigilaba cada uno de sus pasos, no le abordaba más que con el rostro airado, haciéndole sentir la carga de lo que él llamaba su espantosa rebelión contra el elemento estatúder. Entraba tres veces por día en la celda de Van Baerle, esperando sorprenderlo en falta, pero Cornelius había renunciado...

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