El tulipán negro: Capítulo X

El tulipán negro Capítulo X: La hija del carcelero de Alejandro Dumas Aquella misma tarde, cuando traía la pitanza del prisionero, Gryphus, al abrir la puerta de la prisión, resbaló en el húmedo enlosado y trastabilló intentando sostenerse. Pero, apoyando la mano en falso, se rompió el brazo por encima de la muñeca. Cornelius hizo un movimiento hacia el carcelero. -No es nada -dijo Gryphus no dándose cuenta de la gravedad del accidente-. No os mováis. Y quiso levantarse apoyándose sobre su brazo, pero el hueso se le dobló; solamente entonces sintió Gryphus el dolor y lanzó un grito. Comprendió que tenía el brazo roto, y este hombre tan duro para los demás cayó desmayado sobre el umbral de la puerta, donde se quedó inerte y frío, parecido a un muerto. Durante ese tiempo, la puerta de la prisión había permanecido abierta, y Cornelius se hallaba casi libre. Pero no se le ocurrió la idea de aprovecharse de este accidente; había visto la forma en que el...

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