El tesoro de Gastón: 06

Capítulo VI 06 Pág. 06 de 15 El tesoro de Gastón Emilia Pardo Bazán El Norte En esta exploración del conjunto de Landrey se le había pasado la mañana a Gastón, pues era vasto el circuito, las construcciones muchas, y el mozo, imbuido y guiado sin advertirlo por la secreta ilusión del tesoro, se detenía involuntariamente más de lo razonable a reconocer la configuración de una muralla, o la dirección de un pasadizo. Despierto el apetito con el aire puro, volviose a casa a esperar a Telma, que de allí a poco apareció por la calzada seguida de un borrico cargado de trastos y de dos fornidos gañanes portadores de varios bultos y líos. No se desdeñó Gastón de ayudar a la descarga, hecha la cual, Telma se dio prisa a aderezarle algo que comiese, dejando para después el acomodo del ajuar. -Señorito -advirtió Telma alzando los manteles-, casi no he gastado nada, porque no encontré dónde comprar ropa ni colchones. Todo viene prestado; ¿y sabe quién...

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