El sombrero de tres picos: 36
XXXVI: Conclusión, moraleja y epílogo 36
Pág. 36 de 36
El sombrero de tres picos
none
Piaban los pajarillos saludando el alba, cuando el tío Lucas y la señá Frasquita salían de la ciudad con dirección a su molino.
Los esposos iban a pie, y delante de ellos caminaban apareadas las dos burras.
-El domingo tienes que ir a confesar -le decía la Molinera a su marido-, pues necesitas limpiarte de todos tus malos juicios y criminales propósitos de esta noche...
-Has pensado muy bien... -contestó el Molinero-. Pero tú, entretanto, vas a hacerme otro favor, y es dar a los pobres los colchones y ropa de nuestra cama, y ponerla toda de nuevo. ¡Yo no me acuesto donde ha sudado aquel bicho venenoso!
-¡No me lo nombres, Lucas! -replicó la señá Frasquita-. Conque hablemos de otra cosa. Quisiera merecerte un segundo favor...
-Pide por esa boca...
-El verano que viene vas a llevarme a tomar los baños del Solán de Cabras.
-¿Para qué?
-Para ver si tenemos...
Está viendo el 10% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas