El signo de los cuatro: VIII

El signo de los cuatro Capítulo VIII - Los voluntarios de Baker Street de Arthur Conan Doyle ––¿Y ahora, qué? ––pregunté––. Toby ha perdido su reputación de infalible. ––Ha actuado según su entendimiento ––dijo Holmes, cogiéndolo para bajarlo del barril y sacarlo del almacén––. Si se piensa en la cantidad de creosota que se transporta por Londres cada día, no puede extrañar que el rastro se haya cruzado con otro. Ahora se utiliza mucho la creosota, sobre todo para tratar la madera. El pobre Toby no tiene la culpa. ––Supongo que habrá que volver al rastro principal. ––Sí. Por suerte, no tendremos que ir lejos. Está claro que lo que desconcertó al perro en la esquina de Knight's Place fue que allí había dos rastros diferentes, que iban en direcciones opuestas. Hemos seguido el que no era, y lo único que tenemos que hacer ahora es seguir el otro. No tuvimos ninguna dificultad. En cuanto llevamos a Toby al sitio en el que había...

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