El signo de los cuatro: VII

El signo de los cuatro Capítulo VII - El incidente del tonel de Arthur Conan Doyle Los policías habían llegado en coche, y en ese coche acompañé a su casa a la señorita Morstan. Con un estilo angelical típicamente femenino, había sobrellevado los malos momentos con expresión serena mientras hubo alguien más débil que ella a quien consolar, y yo la había visto animada y tranquila al lado de la aterrada ama de llaves. Sin embargo, en el coche estuvo primero a punto de desmayarse y luego estalló en llantos apasionados, de tanto que la habían afectado las aventuras de aquella noche. Tiempo después me confesó que durante aquel trayecto yo le había parecido frío y distante. Poco sospechaba la lucha que tenía lugar en mi pecho y el esfuerzo que tuve que hacer para contener mis impulsos. Estaba dispuesto a ofrecerle todas mis simpatías y mi amor, como le había ofrecido la mano en el jardín. Estaba convencido de que aquel único día de extrañas aventuras me había...

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