El Señor de Bembibre:39

El Señor de Bembibre Conclusión de Enrique Gil y Carrasco El manuscrito de que hemos sacado esta lamentable historia anda muy escaso en punto a noticias sobre el paradero de los demás personajes, en cuya suerte tal vez no faltarán lectores benévolos que se interesen. Por desgracia, no pocos de ellos eran viejos cuando les conocimos, y así el manuscrito ya citado se contenta con decirnos que después de la extinción final del Temple que Clemente V decretó en el concilio de Viena, no por vía de sentencia, sino como providencia de buen gobierno, la mayor parte de los caballeros fueron destinados a monasterios de diferentes órdenes, y entre ellos el anciano maestre de Castilla, don Rodrigo Yáñez, vino a concluir sus breves días a Carracedo. Díjose, y no sin fundamento, que la desgracia de su sobrino, añadida a los infinitos pesares que le había traído el triste fin de su orden, acortó el hilo de su vida. El buen abad tardó poco en seguirle colmado de bendiciones...

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