El Señor de Bembibre:25

El Señor de Bembibre Capítulo XXV de Enrique Gil y Carrasco La posición militar de los templarios en el Bierzo, según ya dejamos dicho en otro lugar, no podía ser más aventajada. Por el lado de Castilla nada tenían que temer, porque las encomiendas y fortalezas que allí poseían darían demasiado que hacer a las huestes del rey, y en el país los vasallos de don Álvaro, que por su profesión habían pasado al poder del Temple, eran contrapeso sobrado a las fuerzas del abad de Carracedo y del señor de Arganza. Las suyas propias eran más que bastantes para conservar la posesión de la tierra y cerrar ambas entradas de Galicia con los fuertes de Cornatel y del Valcárcel. Sin embargo, las gentes que de toda Galicia juntaba el conde de Lemus en Monforte iban componiendo ya una hueste poderosa formada en su mayor parte de montañeses ágiles, robustos y alentados, acostumbrados a los ejercicios de la caza diestrísimos ballesteros en general. El conde era además capitán...

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