El sabor de la tierruca: 18

El sabor de la tierruca-XVIII: El secreto de María de José María de Pereda Los mejores mercados de la villa (porque en la villa se celebra uno cada semana) son los del maíz nuevo. En ese tiempo no hay pobres en el país, y cada cual acude a aquel concurridísimo centro de riqueza, a proveerse de lo que no tiene con un poco de lo que menos necesita. Al calorcillo de esta animación, hormiguean los tratantes y las mercancías de mil especies; y unidos todos estos estímulos a la suavidad de la temperatura, la belleza del lugar y la abundancia de las vías de comunicación, acontece que cada mercado es entonces una fiesta en que toman mucha parte las gentes desocupadas del contorno. En Cumbrales no abundan las distracciones para personas de la condición social de Ana y María; por lo cual aprovechaban éstas la del mercado, muy a menudo, especialmente en otoño. Y no se crea que iban a la villa entonces con el único fin de recrearse: llevaban los bolsillos bien repletos,...

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