El Príncipe y el mendigo : 28

El Príncipe y el mendigoCapítulo XXVIIIEl sacrificio de Mark Twain Entretanto, Miles se iba cansando bastante del confinamiento y de la inacción. Mas llegó su juicio, para gran satisfacción suya, y pensó que daría la bienvenida a cualquier sentencia, siempre que una nueva prisión no fuera parte de ella. Pero se equivocaba en esto. Se enfureció cuando se encontró con que lo describían como un "vagabundo tenaz", y que era sentenciado a dos horas de cepo por este cargo y por haber agredido al señor de Hendon Hall. Sus alegatos de que era hermano de su perseguidor, y heredero legítimo de los honores y patrimonio de Hendon, se desdeñaron sin prestarles atención ninguna, pues ni siquiera fueron dignos de examen. Bramaba y amenazaba en su camino al castigo, pero de nada le valió. Fue violentamente arrastrado por los oficiales, y en ocasiones recibía un bofetón por sú conducta irreverente. El rey no pudo abrirse paso entre la chusma que bullía detrás, y así fue...

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