El Príncipe - Capítulo XXII

DE LOS MINISTROS O SECRETARIOS DE LOS PRÍNCIPES No es cosa de poca importancia para los príncipes la buena elección de sus ministros, los cuales buenos o malos, según la prudencia usada en dicha elección. El primer juicio que formamos sobre un príncipe y sobre sus dotes espirituales, no es más que una conjetura, pero lleva siempre por base la reputación de los hombres de que se rodea. Si manifiestan suficiente capacidad y se muestran fieles al príncipe tendremos a éste por prudente puesto que supo conocerlos bien, y mantenerlos adictos a su persona. Si, por el contrario, reúnen condiciones opuestas, formaremos sobre él un juicio poco favorable, por haber comenzado su reinado con una grave falta, escogiéndolos así. No hubo nadie que, viendo a Venafío nombrado consejero de Petruci, príncipe de Siena, no estimara que el último fue un hombre prudente en alto grado, por el mero hecho de haber tomado al primero por ministro. Pero es necesario saber que, hay entre los...

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