El Príncipe - Capítulo XVI

DE LA LIBERALIDAD Y DE LA MISERIA Comenzando por la primera de estas prendas, reconozco cuán útil resultaría al príncipe ser liberal. Sin embargo, la liberalidad que impidiese le temieran, le sería perjudicial en grado sumo. Si la ejerce con prudencia y de modo que no lo sepan no incurrirá por ello en la infamia del vicio contrario. Pero, como el que quiere conservar su reputación de liberal no puede abstenerse de parecer suntuoso, sucederá siempre que un príncipe que aspira a semejante gloria, consumirá todas sus riquezas en prodigalidades, y al cabo, si pretende continuar pasando por liberal, se verá obligado a gravar extraordinariamente a sus súbditos, a ser extremadamente fiscal, y a hacer cuanto sea imaginable para obtener dinero, Ahora bien: esta conducta comenzará a tornarlo odioso a sus gobernados, y, empobreciéndose así más y más, perderá la estimación de cada uno de ellos, de tal suerte que después de haber perjudicado a muchas personas para ejercitar...

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