El pesimista corregido: 24

VI 24 Pág. 24 de 31 El pesimista corregido Santiago Ramón y Cajal Cansado Juan de exploraciones tan curiosas como descorazonadoras, y apercibiendo el ánimo a más viriles y serias empresas, díjose un día: Réstanme todavía seis meses de maravillosa clarividencia. Aprovechémoslos, pues, en bien de la humanidad, es decir, en el cultivo de la ciencia, en el esclarecimiento de los arcanos de la vida. En mis manos microscopio y telescopio aumentarán estupendamente su alcance, rindiendo amplificaciones jamás soñadas por los físicos. ¡Qué de portentosos descubrimientos voy a hacer. ¡Excelsa será mi gloria! Ante los presentes y venideros, asombrados de mis soberanas conquistas, pasaré sin duda por genio extraordinario, por un demonio del análisis, por un monstruo de penetración, de intuición y de lógica... Y lleno de férvido entusiasmo puso manos a la obra. Comenzó por buscar recomendaciones para los sabios del Observatorio astronómico; cultivó la...

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