El náufrago (Trigo) (Versión para imprimir)

Esta es la versión para imprimir de El náufrago (Trigo). Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y los elementos de navegación. Pulsando antes en Refrescar esta página te asegurarás que dispones de la última versión del libro, antes de imprimirlo. Capítulo I 01 Pág. 01 de 10 El náufrago (Trigo)- Primera parte Felipe Trigo ¡Hup! ¡hup!, ¡hup!... ¡Hurra! -lanzaron, á la usanza marinera, todos los del yate. Las mesitas del lunch quedáronse desiertas. También las damas se acercaban á la borda, saludando con las copas de Champaña. Llegaba, al fin, el conde de Alcalá, y con el conde la condesa: rubia, alta, espléndida, gentil, de grandes ojos claros é ingenuos, cuya infinita curiosidad se subrayaba en la infantil sonrisa blanca y rosa de su boca. -¡Bah, la lugareña! -deslizó Marta Iboleón al oído de Lulú, en tanto ambas, hipócritamente...

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