El náufrago (Trigo): 06

Capítulo VI 06 Pág. 06 de 10 El náufrago (Trigo)- Primera parte Felipe Trigo Despertó en una áspera desolación de pesadilla. El resplandor de ámbar que inundaba el dormitorio, filtrado por las cortinas desde una entreabertura del balcón, parecíala aún aquella submarina claridad en que el cadáver del marido flotase eternamente con una maldición para ella en los ojos vidriosos. Esta era la visión horrenda que llenaba sus ensueños cada noche. Luego, los días, llamada Josefina á la vida por las realidades mismas del vivir, pasábaselos cumplimentando visitas de duelo, y recorriendo el palacio, en las horas de soledad, para regarlo de lágrimas en los fieros recrudecimientos de su dolor ante los mil recuerdos que del desgraciadísimo marido tan amado le iba despertando cada estancia y cada cosa. ¡Viuda! ¡Enlutada y sola para siempre! ¡Vacíos de amor, de amparo y de ilusión aquellos ya inútiles faustos de la casa que un tiempo fueron testigos de su...

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