El médico rural: 11

Capítulo XI 11 Pág. 11 de 28 El médico rural- Primera parte Felipe Trigo A las cinco se hallaba en casa de don Roque. Para el habitual paseo, acompañaban a los tres sacerdotes el alcalde, el juez y otras personas. El P. Galcerán adelantóse a todos, con Esteban. A preguntas del curioso, íbale diciendo que no tenía aún cuarenta años, que había pasado siete en África, y tres de profesor de Filosofía en su Colegio-residencia. Su acento afable, impregnado de no se supiera qué desinterés de juventud, invitaba a la confidencia fuertemente; la hermosura primaveral de la campiña predisponía asimismo a la abundancia efusiva de las almas, y el médico, con la ágil complacencia melancólica que hubiese podido referirle a un camarada sus dolores, púsose a contarle su infancia, su pasado tormentoso, como una explicación de su presente. Pisando hinojos y amapolas, iban por el lindero de unos trigos frondosísimos, cuyas verdes espigas les llegaban a los hombros....

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información