El libro de estampas del padrino

El libro de estampas del padrino de Hans Christian Andersen El padrino sabía contar historias, muchas y muy largas. Y sabía también recortar estampas y dibujar figuras. Cuando se acercaban las Navidades cogía un cuaderno de hojas blancas y limpias, y en ellas pegaba ilustraciones, recortadas de libros y periódicos; si no bastaban para su propósito, las dibujaba con su propia mano. De niño yo fui obsequiado con muchos de aquellos libros de estampas, pero el más hermoso de todos fue uno acerca del «Año memorable en que el gas sustituyó en Copenhague a los viejos faroles de aceite de pescado», título que figuraba en primera página. -Hay que guardar muy bien este libro -me dijeron mis padres-; sólo lo sacaremos en ocasiones solemnes -. El padre había anotado en la tapa: Si rompes el libro, no será un gran delito. Peor habrá obrado más de un amiguito. Lo mejor era cuando el padrino, sacando el cuaderno, leía en alta voz los versos y demás cosas escritas en él, y...

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