El Lazarillo de Manzanares: 10

El Lazarillo de Manzanares con otras cinco novelas El Lazarillo de Manzanares de Juan Cortés de Tolosa Capítulo III Cómo se fue a Alcalá y se acomodó con un pastelero Considere vuesa merced qué sentiría un muchacho solo y que dejaba su tan amada patria, cuando menos la Corte. Tanto lloré, tanto me afligí y tan desconsolado estuve, que a no llegar el carro llegara mi fin. ¡Oh pecador de mí, era quien quiera lo que yo perdía! Mis padres habían de ser muy ricos, porque los dos eran mayores ladrones que antes y ella muy gran hechicera, y esto la valía muchos ducados, y según lo que me querían toda la hacienda había de venir a parar en mí. Subíme en él y al otro día busqué por aquellas calles algún estudiante a quien servir para estudiar. Sucedióme mejor, porque como llegase a una pastelería, cerca de la cual pregunté a uno si había menester un criado, me encaró la pastelera y yo a ella, y llamándome me dijo si tenía quién me conociese. -¿Para...

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