El Grande Oriente : 14

El Grande Oriente : 14 de Benito Pérez Galdós Cuando la criada les avisó que había peligro, Monsalud pasó a la sala. No era Doña Romualda quien venía, sino el mismísimo Campos, acompañado del marqués de Falfán de los Godos. -¿Has esperado mucho? -preguntole Cicerón-. ¿Y Andreílla, no ha salido a acompañarte? Salvador, contestando lo que le pareció, estrechaba fríamente la mano del Sr. Campos y la del Marqués. -Ya sé a lo que vienes -dijo el sublime perfecto-. Siempre con el tema de ese bribón de Gil de la Cuadra... Ahora quizás sea más fácil. Ya sabes que cae el Ministerio. -¿Es positivo? -Figúrate que hoy en la apertura de las Cortes, Su Majestad ha añadido por cuenta propia un parrafillo al discurso de la Corona, en el cual con buenas palabras pone cual no digan dueñas a sus ministros. -Y en cuanto ha llegado a Palacio, le ha faltado tiempo...

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