El gran simpático: 01

Capítulo I 01 Pág. 01 de 10 El gran simpático Felipe Trigo Daban las diez, en una torre del pueblo, y Alfredo aligeró -camino de la estación. La noche clara, calmosa. La luna alta. Ladraban los perros de las eras. Jadeaba Alfredo Gil (pisando su menuda sombra) con la maleta pesadísima y el lío del gabán y los bastones. Además, llevaba la merienda y un encargo de chorizos. Se iba para no volver, y... nadie le despedía. ¡No!... Oyó lejos, detrás, un conjunto de voces juveniles. Deberían de ser los amigos. Quizá las primas, también, con vecinas de la calle -porque algunas voces eran atipladas. Apretó el paso, apretó el paso... arrastrando por el polvo un cabo del cordel, mal atado a la maleta, y dándose con ésta en los talones. No quería que le mirasen transportando su equipaje, aunque hubiesen de verle después en tercera. ¡Oh, la maleta de los dramas! Se burlarían de él, como aquí, en la corte... pero ¡allá iba! Tropezó, cayó... y rodó...

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