El final de Norma: Tercera parte: Capítulo V
El final de Norma Capítulo V
de Pedro Antonio de Alarcón
Pasaron cinco meses sin que nada notable ocurriera en el castillo.
Desapareció el sol completamente; el frío se presentó más intenso que ningún año; mi padre se agravó de sus achaques, empezando a inclinarse hacia el sepulcro; mi tío Gustavo se fue a vivir con nosotros, y Carlos Yo volvió a Copenhague, dando por terminada mi educación.
Yo no torné a ver al montañés de la flauta.
El bardo del arpa negra dejó también de aparecer por los alrededores de Silly.
Rurico de Cálix no vino tampoco a reclamar su promesa.
Transcurrió otro mes, durante el cual mi padre, cada vez más débil y abatido, no dejó el lecho.
Entonces se presentó un correo con una carta, que decía así:
«Jarl:
»No he olvidado vuestro juramento.
»Espero de vuestra honradez que os suceda lo mismo.
»Acabo de llegar de Spitzberg, y no sé cuándo podré presentarme a reclamar mis derechos; pero será antes del plazo fijado....
Está viendo el 12% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas