El final de Norma: Segunda parte: Capítulo II

El final de Norma Capítulo II: Los ultimátum de Serafín de Pedro Antonio de Alarcón Hemos dejado a Serafín en su cámara, poseído de un humor infernal. Al poco tiempo de estar allí conoció que se aburría, y se puso a arreglar su desaliñado traje. Hallábase aún ocupado en esta operación, cuando aparecieron por la escotilla dos enanos anchos de hombros, rojos de puro rubios y con ojos casi verdes a fuerza de ser azules. Traían el almuerzo. -¡Está visto! -pensó Serafín-. ¡Este tipo nuevo de hombres ha dado en perseguirme! Y sin más reflexiones, trató de entablar conversación con sus camareros; pero a las primeras palabras le indicaron con gestos que no entendían el español, el francés, ni el italiano, y probaron a hablarle en su idioma. Érase éste una jerigonza áspera y nasal, que ni el mismo Diablo Cojuelo hubiera traducido. Serafín les repitió la seña que ellos le habían hecho para expresar que no comprendían. Encogiéronse todos de hombros, y...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información