El final de Norma: Primera parte: Capítulo X

El final de Norma Capítulo X: Éste para Laponia, y éste para Italia; éste para Italia, y éste para Laponia de Pedro Antonio de Alarcón ¡Allá van nuestros amigos!... Miradlos sobre cubierta. ¿Los veis? ¡Ah! Ya no es tiempo de que los veáis... El Rápido acaba de doblar una colina. Sólo se percibe ya una columna de humo. El humo se disipa a su vez. ¡Buen viaje! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En efecto: Alberto y Serafín volaban río abajo en alas del vapor. No bien desapareció a sus ojos la última torre de Sevilla, arrojaron los dos un hondo suspiro y bajaron a la cámara de popa. Allí se sentaron uno enfrente de otro; apoyaron los codo en la mesa redonda; dejaron caer la cabeza sobre las manos, y se pusieron a reflexionar. Alberto había leído la carta de Matilde. Decía así: «Alberto: »Antes de seguir leyendo, júrame continuar tu viaje como si no hubieras recibido esta carta.» -¡Lo juro! -pensó el joven. Y...

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