El final de Norma: Cuarta parte: Capítulo II

El final de Norma Capítulo II: Lector lo siento mucho; pero sucedió como te lo cuento de Pedro Antonio de Alarcón Cuando Serafín volvió en sí, hallose en cama, en una habitación desconocida, sin memoria de lo que había pasado, y sin más cuerpo de que disponer que unos huesos inertes liados en un pellejo flojo y amarillo. A la cabecera de su cama se hallaba Abén, el negrito de Brunilda. -¿Dónde estoy? -preguntó, sin recordar que el africano manifestó en otra ocasión no entender los idiomas que él poseía. -En Hammesfert, en el Hotel del Oso Blanco... -respondió el negrito en correcto francés. Serafín lo miró sonriendo, y le dijo: -¡Hola! ¡Parece que ya nos entendemos! El nubio enseñó a Serafín toda su caja de dientes, digna de figurar entre las fichas de un dominó. -¿Quién me ha traído aquí? -siguió preguntándole nuestro héroe. -Yo. -¿Cuándo? -Hoy hace un mes. -¡Un mes! -Ni más ni menos. ¡Habéis estado agonizando!... -¿Qué he...

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