El fantasma de Canterville: 4

Al día siguiente el fantasma se sintió muy débil, muy cansado.  Las terribles emociones de las cuatro últimas semanas empezaban a producir su efecto.  Tenía el sistema nervioso completamente alterado, y temblaba al más ligero ruido.  No salió de su habitación en cinco días, y concluyó por hacer una concesión en lo relativo a la mancha de sangre del "parquet" de la biblioteca. Puesto que la familia Otis no quería verla, era indudablemente que no la merecía. Aquella gente estaba colocada a ojos vistas en un plano inferior de vida material y era incapaz de apreciar el valor simbólico de los fenómenos sensibles.  La cuestión de las apariciones de fantasmas y el desenvolvimiento de los cuerpos astrales era realmente para ellos cosa desconocida e indiscutiblemente fuera de su alcance.  Pero, por lo menos, constituía para él un deber ineludible mostrarse en el corredor una vez a la semana y farfullar por la gran ventana ojival el primero y el...

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