El fantasma de Canterville: 3

 Cuando a la mañana siguiente el almuerzo reunió a la familia Otis, se discutió extensamente acerca del fantasma.  El ministro de los Estados Unidos estaba, como era natural, un poco ofendido viendo que su ofrecimiento no había sido aceptado.  -No quisiera en modo alguno injuriar personalmente al fantasma -dijo -, y reconozco que, dada la larga duración de su estancia en la casa, no era nada cortés tirarle una almohada a la cabeza...  Siento tener que decir que esta observación tan justa provocó una explosión de risa en los gemelos.  -Pero, por otro lado -prosiguió míster Otis-, si se empeña, sin más ni más, en no hacer uso del engrasador marca "Sol-Levante", nos veremos precisados a quitarle las cadenas. No habría manera de dormir con todo ese ruido a la puerta de las alcobas.  Pero, sin embargo, en el resto de la semana no fueron molestados.  Lo único que les llamó la atención fue la reaparición continua de la mancha de...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información