El doctor Centeno: 53

El doctor Centeno Tomo II de Benito Pérez Galdós Fin del fin: I Algunos de los amigos de Miquis se habían examinado hacia el 10 de Junio, y le acompañaban y asistían con paciencia. Otros iban poco por allí. Cuando supo que los días de Alejandro estaban contados, acudió Ruiz quejándose de que no se le hubiera avisado antes, y haciendo oficiosos extremos de pena. Entre él y Poleró, después de oído el lúgubre dictamen de Moreno Rubio, acordaron escribir a la familia y avisar al único pariente que en Madrid tenía el manchego, la tiíta Isabel. Desempeñaron esta comisión Arias y Poleró, yendo a la casa de la calle del Almendro, llenos de curiosidad, porque habían oído contar a Miquis las rarezas de su tía. Esta les recibió con urbanidad; pero súbitamente cambió de tono y de modales, y rompiendo en denuestos contra la juventud del día, les llamó gandules y les dijo que se pusieran en la calle. Acentuando ellos su cortesía, volvieron a hablar del triste...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información