El Discreto:Realce 23

El Discreto - Realce XXIII de Baltasar Gracián Arte[1] para ser dichoso Fábula Tiene la mentida[2] Fortuna muchos quejosos y ningún agradecido. Llega este descontento hasta las bestias, pero ¿a quién mejor? El más quejoso de todos es el más simple. Íbase éste quejando de corrillo en corrillo, y hallaba, no sólo compasión, pero aplauso, especialmente en el vulgo. Un día, pues, aconsejado de muchos y acompañado de ninguno, dicen que se presentó en la audiencia general del soberano Júpiter. Aquí, profundamente humilde (que le es de agradecer a un necio) y otorgada la inestimable licencia de ser escuchado, pronunció mal esta peor trazada arenga:[3] «Integérrimo Júpiter, que justiciero y no vengador te deseo. Aquí tienes ante tu majestuosa presencia el más infeliz, sobre ignorante, de los brutos, solicitando, no tanto la venganza de mis agravios cuanto el remedio de mis desdichas. ¿Cómo pasa, ¡oh, Numen[4] eterno!, tu...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información