El Discreto:Realce 12

El Discreto - Realce XII de Baltasar Gracián Hombre de buen dejo[1] Carta al doctor don Juan Orencio de Lastanosa, canónigo de la Santa Iglesia de Huesca, singular amigo del autor[2] Si yo creyera, a lo vulgar, que había Fortuna, también creyera, amigo canónigo y señor, que su casa era la casa con dos puertas, muy diferentes la una de la otra, y encontradas en todo; porque la una está fabricada de piedras blancas, dignas de la más dichosa urna en el mejor día, y la otra, su contraria, de piedras negras, que en su deslucimiento agüeran su infelicidad; majestuosamente alegre aquélla, y ésta lúgubremente humilde. Allí asisten el Contento, el Descanso, la Honra, la Hartura y las Riquezas, con todo género de Felicidad. Aquí la Tristeza, el Trabajo, la Hambre, el Desprecio y la Pobreza, con todo el linaje de la Desdicha. Por el tanto, la una se llama del Placer y la otra del Pesar. Todos los mortales frecuentan esta casa, y entran por una de estas...

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