El croquet de la reina (Lewis Carroll)

Un gran rosal se alzaba cerca de la entrada del jardín: sus rosas eran blancas, pero había allí tres jardineros ocupados en pintarlas de rojo. A Alicia le pareció muy extraño, y se acercó para averiguar lo que pasaba, y al acercarse a ellos oyó que uno de los jardineros decía: -¡Ten cuidado, Cinco! ¡No me salpiques así de pintura! -No es culpa mía -dijo Cinco, en tono dolido-. Siete me ha dado un golpe en el codo. Ante lo cual, Siete levantó los ojos dijo: -¡Muy bonito, Cinco! ¡Échale siempre la culpa a los demás! -¡Mejor será que calles esa boca! -dijo Cinco-. ¡Ayer mismo oí decir a la Reina que debían cortarte la cabeza! -¿Por qué? -preguntó el que había hablado en primer lugar. -¡Eso no es asunto tuyo, Dos! -dijo Siete. -¡Sí es asunto suyo! -protestó Cinco-. Y voy a decírselo: fue por llevarle a la cocinera bulbos de tulipán en vez de cebollas. Siete tiró la brocha al suelo y estaba empezando a decir: «¡Vaya! De todas las injusticias...», cuando...

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