- 1 Autor: Jaime Balmes
- 2 Capítulo I - Consideraciones preliminares
- 2.1 I - En qué consiste el pensar bien. Qué es la verdad.
- 2.2 II - Diferentes modos de conocer la verdad
- 2.3 III - Variedad de ingenios
- 2.4 IV - La perfección de profesiones depende de la perfección con que se conocen los objetos de ellas
- 2.5 V - A todos interesa el pensar bien
- 2.6 VI - Cómo se debe enseñar a pensar bien
- 3 Capítulo II - La atención
- 3.1 I - Definición de la atención. Su necesidad.
- 3.2 II - Ventajas de la atención e inconvenientes de su falta
- 3.3 III - Cómo debe ser la atención. Atolondrados y ensimismados.
- 3.4 IV - Las interrupciones
- 4 Capítulo III - Elección de carrera
- 4.1 I - Vago significado de la palabra «talento»
- 4.2 II - Instinto que nos indica la carrera que mejor se nos adapta
- 4.3 III - Experimento para discernir el talento peculiar de cada niño
- 5 Capítulo IV - Cuestiones de posibilidad
- 5.1 I - Una clasificación de los actos de nuestro entendimiento y de las cuestiones que se le pueden ofrecer
- 5.2 II - Ideas de posibilidad e imposibilidad. Sus clasificaciones
- 5.3 III - En qué consiste la imposibilidad metafísica o absoluta
- 5.4 IV - La imposibilidad absoluta y la omnipotencia divina
- 5.5 V - La imposibilidad absoluta y los dogmas
- 5.6 VI - Idea de la imposibilidad física o natural
- 5.7 VII - Modo de juzgar de la imposibilidad natural
- 5.8 VIII - Se deshace una dificultad sobre los milagros de Jesucristo
- 5.9 IX - La imposibilidad moral u ordinaria
- 5.10 X - Imposibilidad de sentido común, impropiamente contenida en la imposibilidad moral
- 6 Capítulo V - Cuestiones de existencia - Conocimiento adquirido por el testimonio inmediato de los sentidos
- 6.1 I - Necesidad del testimonio de los sentidos, y los diferentes modos con que nos proporcionan el conocimiento de las cosas
- 6.2 II - Errores en que incurrimos por ocasión de los sentidos. Su remedio. Ejemplos
- 6.3 III - Necesidad de emplear en algunos casos más de un sentido para la debida comparación
- 6.4 IV - Los sanos de cuerpo y enfermos de espíritu
- 6.5 V - Sensaciones reales, pero sin objeto externo. Explicación de este fenómeno
- 6.6 VI - Maniáticos y ensimismados
- 7 Capítulo VI - Conocimiento de la existencia de las cosas adquirido mediatamente por los sentidos
- 7.1 I - Transición de lo sentido a lo no sentido
- 7.2 II - Coexistencia y sucesión
- 7.3 III - Dos reglas sobre la coexistencia y la sucesión
- 7.4 IV - Observaciones sobre la relación de causalidad. Una regla de los dialécticos
- 7.5 V - Un ejemplo
- 7.6 VI - Reflexiones sobre el ejemplo anterior
- 7.7 VII - La razón de un acto que parece instintivo
- 8 Capítulo VII - La lógica acorde con la claridad
- 8.1 I - Sabiduría de la ley que prohíbe los juicios temerarios
- 8.2 II - Examen de la máxima «Piensa mal y no errarás»
- 8.3 III - Algunas reglas para juzgar de la conducta de los hombres
- 8.3.1 Regla 1ª
- 8.3.2 Regla 2ª
- 8.3.3 Regla 3ª
- 9 Capítulo VIII - De la autoridad humana en general
- 9.1 I - Dos condiciones necesarias para que sea valedero un testimonio
- 9.2 II - Examen y aplicaciones de la primera condición
- 9.3 III - Examen y aplicaciones de la segunda condición
- 9.4 IV - Una observación sobre el interés en engañar
- 9.5 V - Dificultades para alcanzar la verdad en mediando mucha distancia de lugar o tiempo
- 10 Capítulo IX - Los periódicos
- 10.1 I - Una ilusión
- 10.2 II - Los periódicos no lo dicen todo sobre las personas
- 10.3 III - Los periódicos no lo dicen todo sobre las cosas
- 11 Capítulo X - Relaciones de viaje
- 11.1 I - Dos partes muy diferentes en las relaciones de viajes
- 11.2 II - Origen y formación de algunas relaciones de viajes
- 11.3 III - Modo de estudiar un país
- 12 Capítulo XI - Historia
- 12.1 I - Medio para ahorrar tiempo, ayudar la memoria y evitar errores en los estudios históricos
- 12.2 II - Distinción entre el fondo del hecho y sus circunstancias. -Aplicaciones
- 12.3 III - Algunas reglas para el estudio de la Historia
- 12.3.1 Regla 1ª
- 12.3.2 Regla 2ª
- 12.3.3 Regla 3ª
- 12.3.4 Regla 4ª
- 12.3.5 Regla 5ª
- 12.3.6 Regla 6ª
- 12.3.7 Regla 7ª
- 12.3.8 Regla 8ª
- 12.3.9 Regla 9ª
- 12.3.10 Regla 10ª
- 13 Capítulo XII - Consideraciones generales sobre el modo de conocer la naturaleza, propiedades y relaciones de los seres
- 13.1 I - Una clasificación de las ciencias
- 13.2 II - Prudencia científica y observaciones para alcanzarla
- 13.2.1 Observación 1ª
- 13.2.2 Observación 2ª
- 13.2.3 Observación 3ª
- 13.3 III - Los sabios resucitadas
- 14 Capítulo XIII - La buena percepción
- 14.1 I - La idea
- 14.2 II - Regla para percibir bien
- 14.3 III - Escollo del análisis
- 14.4 IV - El tintorero y el filósofo
- 14.5 V - Objetos vistos por una sola cara
- 14.6 VI - Inconvenientes de una percepción demasiado rápida
- 15 Capítulo XIV - El juicio
- 15.1 I - Qué es el juicio. -Manantiales de error
- 15.2 II - Axiomas falsos
- 15.3 III - Proposiciones demasiado generales
- 15.4 IV - Las definiciones inexactas
- 15.5 V - Palabras mal definidas. -Examen de la palabra «igualdad»
- 15.6 VI - Suposiciones gratuitas. -El despeñado
- 15.7 VII - Preocupación en favor de una doctrina
- 16 Capítulo XV - El raciocinio
- 16.1 I - Lo que valen los principios y las reglas de la dialéctica
- 16.2 II - El silogismo. -Observaciones sobre este instrumento dialéctico
- 16.3 III - El entimema
- 16.4 IV - Reflexiones sobre el término medio
- 16.5 V - Utilidad de las formas dialécticas
- 17 Capítulo XVI - No todo lo hace el discurso
- 17.1 I - La inspiración
- 17.2 II - La meditación
- 17.3 III - Invención y enseñanza
- 17.4 IV - La intuición
- 17.5 V - No está la dificultad en comprender, sino en atinar. El jugador de ajedrez. -Sobiezk. Las víboras de Aníbal
- 17.6 VI - Regla para meditar
- 17.7 VII - Carácter de las inteligencias elevadas. -Notable doctrina de Santo Tomás de Aquino
- 17.8 VIII - Necesidad del trabajo
- 18 Capítulo XVII - La enseñanza
- 18.1 I - Dos objetos de la enseñanza. Diferentes clases de profesores
- 18.2 II - Genios ignorados de los demás y de sí mismos
- 18.3 III - Medios para descubrir los talentos ocultos y apreciarlos en su valor
- 18.4 IV - Necesidad de los estudios elementales
- 19 Capítulo XVIII - La invención
- 19.1 I - Lo que debe hacer quien carezca del talento de invención
- 19.2 II - La autoridad científica
- 19.3 III - Modificaciones que ha sufrido en nuestra época la autoridad científica
- 19.4 IV - El talento de invención. Carrera del genio
- 20 Capítulo XIX - El entendimiento, el corazón y la imaginación
- 20.1 I - Discreción en el uso de las facultades del alma. La reina Dido. Alejandro
- 20.2 II - Influencia del corazón sobre la cabeza. Causas y efectos
- 20.3 III - Eugenio: sus transformaciones en veinticuatro horas
- 20.4 IV - Don Marcelino: sus cambios políticos
- 20.5 V - Anselmo: sus variaciones sobre la pena de muerte
- 20.6 VI - Algunas observaciones para precaverse del mal influjo del corazón
- 20.7 VII - El amigo convertido en monstruo
- 20.8 VIII - Cavilosas variaciones de los juicios políticos
- 20.9 IX - Peligro de la mucha sensibilidad. -Los grandes talentos. -Los poetas
- 20.10 X - El poeta y el monasterio
- 20.11 XI - Necesidad de tener ideas fijas
- 20.12 XII - Deberes de la oratoria, de la poesía y de las bellas artes
- 20.13 XIII - Ilusión causada por los pensamientos revestidos de imágenes
- 21 Capítulo XX - Filosofía de la Historia
- 21.1 I - En qué consiste la filosofía de la Historia. -Dificultad de adquirirla
- 21.2 II - Se indica un medio para adelantar en la filosofía de la Historia
- 21.3 III - Aplicación a la Historia del espíritu humano
- 21.4 IV - Ejemplo sacado de las fisonomías que aclara lo dicho sobre el modo de adelantar en la filosofía de la Historia
- 22 Capítulo XXI - Religión
- 22.1 I - Insensato discurrir de los indiferentes en materia de religión
- 22.2 II - El indiferente y el género humano
- 22.3 III - Tránsito del indiferentismo al examen. -Existencia de Dios
- 22.4 IV - No es posible que todas las religiones sean verdaderas
- 22.5 V - Es imposible que todas las religiones sean igualmente agradables a Dios
- 22.6 VI - Es imposible que todas las religiones sean una invención humana
- 22.7 VII - La revelación es posible
- 22.8 VIII - Solución de una dificultad contra la revelación
- 22.9 IX - Consecuencia de los párrafos anteriores
- 22.10 X - Existencia de la revelación
- 22.11 XI - Pruebas históricas de la existencia de la revelación
- 22.12 XII - Los protestantes y la Iglesia católica
- 22.13 XIII - Errado método de algunos impugnadores de la religión
- 22.14 XIV - La más alta filosofía, acorde con la fe
- 22.15 XV - Quien abandona la religión católica no sabe dónde refugiarse
- 23 Capítulo XXII - El entendimiento práctico
- 23.1 I - Una clasificación de acciones
- 23.2 II - Dificultad de proponerse el debido fin
- 23.3 III - Examen del proverbio «Cada cual es hijo de sus obras»
- 23.4 IV - El aborrecido
- 23.5 V - El arruinado
- 23.6 VI - El instruido quebrado y el ignorante rico
- 23.7 VII - Observaciones. -La cavilación y el buen sentido
- 23.8 VIII - Delicadeza de ciertos fenómenos intelectuales en sus relaciones con la práctica
- 23.9 IX - Los despropósitos
- 23.10 X - Entendimientos torcidos
- 23.11 XI - Inhabilidad de dichos hombres para los negocios
- 23.12 XII - Este defecto intelectual suele nacer de una causa moral
- 23.13 XIII - La humildad cristiana en sus relaciones con los negocios mundanos
- 23.14 XIV - Daños acarreados por la vanidad y la soberbia
- 23.15 XV - El orgullo
- 23.16 XVI - La vanidad
- 23.17 XVII - La influencia del orgullo es peor para los negocios que la de la vanidad
- 23.18 XVIII - Cotejo entre el orgullo y la vanidad
- 23.19 XIX - Cuán general es dicha pasión
- 23.20 XX - Necesidad de una lucha continua
- 23.21 XXI - No es sólo la soberbia lo que nos induce a error al proponernos un fin
- 23.22 XXII - Desarrollo de fuerzas latentes
- 23.23 XXIII - Al proponernos un fin debemos guardarnos de la presunción y de la excesiva desconfianza
- 23.24 XXIV - La pereza
- 23.25 XXV - Una ventaja de la pereza sobre las demás pasiones
- 23.26 XXVI - Origen de la pereza
- 23.27 XXVII - Pereza del espíritu
- 23.28 XXVIII - Razones que confirman lo dicho sobre el origen de la pereza
- 23.29 XXIX - La inconstancia: su naturaleza y origen
- 23.30 XXX - Pruebas y aplicaciones
- 23.31 XXXI - El justo medio entre dichos extremos
- 23.32 XXXII - La moral es la mejor guía del entendimiento práctico
- 23.33 XXXIII - La armonía del universo defendida con el castigo
- 23.34 XXXIV - Observaciones sobre las ventajas y desventajas de la virtud en los negocios
- 23.35 XXXV - Defensa de la virtud contra una inculpación injusta
- 23.36 XXXVI - Defensa de la sabiduría contra una inculpación infundada
- 23.37 XXXVII - Las pasiones son buenos instrumentos, pero malos consejeros
- 23.38 XXXVIII - La hipocresía de las pasiones
- 23.39 XXIX - Ejemplo: la venganza bajo dos formas
- 23.40 XL - Precauciones
- 23.41 XLI - Hipocresía del hombre consigo mismo
- 23.42 XLII - El conocimiento de sí mismo
- 23.43 XLIII - El hombre huye de sí mismo
- 23.44 XLIV - Buenos resultados del reflexionar sobre las pasiones
- 23.45 XLV - Sabiduría de la religión cristiana en la dirección de la conducta
- 23.46 XLVI - Los sentimientos morales auxilian la virtud
- 23.47 XLVII - Una regla para los juicios prácticos
- 23.48 XLVIII - Otra regla
- 23.49 XLIX - El hombre riéndose de sí mismo
- 23.50 L - Perpetua niñez del hombre
- 23.51 LI - Mudanza de D. Nicasio en breves horas
- 23.52 LII - Los sentimientos, por sí solos, son mala regla de conducta
- 23.53 LIII - No impresiones sensibles, sino moral y razón
- 23.54 LIV - Un sentimiento bueno, la exageración lo hace malo
- 23.55 LV - La ciencia es muy útil a la práctica
- 23.56 LVI - Inconvenientes de la universalidad
- 23.57 LVII - Fuerza de la voluntad
- 23.58 LVIII - Firmeza de voluntad
- 23.59 LIX - Firmeza, energía, ímpetu
- 23.60 LX - Conclusión y resumen
- El criterio:01
- El criterio:02
- El criterio:03
- El criterio:04
- El criterio:05
- El criterio:06
- El criterio:07
- El criterio:08
- El criterio:09
- El criterio:10
- El criterio:11
- El criterio:12
- El criterio:13
- El criterio:14
- El criterio:15
- El criterio:16
- El criterio:17
- El criterio:18
- El criterio:19
- El criterio:20
- El criterio:21
- El criterio:22
- El criterio
- Jaime Balmes
El criterio (Versión para imprimir)
I - En qué consiste el pensar bien. Qué es la verdad.
El pensar bien consiste: o en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella. La verdad es la realidad de las cosas. Cuando las conocemos como son en sí, alcanzamos la verdad; de otra suerte, caemos en error. Conociendo que hay Dios conocemos una verdad, porque realmente Dios existe; conociendo que la variedad de las estaciones depende del Sol, conocemos una verdad, porque, en efecto, es así; conociendo que el respeto a los padres, la obediencia a las leyes, la buena fe en los contratos, la fidelidad con los amigos, son virtudes, conocemos la verdad; así como caeríamos en error pensando que la perfidia, la ingratitud, la injusticia, la destemplanza, son cosas buenas y laudables.
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