El comendador Mendoza: 11

Capítulo X 11 Pág. 11 de 31 El comendador Mendoza Juan Valera Las resoluciones de Doña Blanca Roldán eran irrevocables y efectivas. Ella sabía darles cumplimiento con calma persistente. Una mañana, después de oír misa con D. Valentín, estuvo Doña Blanca a visitar a Doña Antonia y a felicitarla por la venida de su cuñado; y fue con tal tino, que no se hallaba el Comendador en casa. Ni antes ni después de esta visita se dejaron ver Doña Blanca y D. Valentín de sus vecinos y amigos. Retirados siempre en el fondo del antiguo caserón en que vivían, y pretextando enfermedades, no recibían visitas, a pesar de lo difícil y odioso que es negarse a recibir, estando en casa, cuando se vive en un pueblo pequeño. En balde intentó repetidas veces Lucía sacar a paseo a Clara. Siempre que envió recado, le contestaron que Clara estaba mal de salud o muy ocupada y que le era imposible salir. Lucía fue ella misma a ver a Clara, y sólo dos veces pudo verla,...

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