El clavo :18

- XVIII -Moraleja Zarco es hoy uno de los mejores magistrados de La Habana. Se ha casado, y puede considerarse feliz; porque la tristeza no es desventura cuando no se ha hecho a sabiendas daño a nadie. El hijo que acaba de darle su amantísima esposa disipará la vaga nube de melancolía que oscurece a ratos la frente de mi amigo. Cádiz, 1853. El clavo de Pedro Antonio de Alarcón I. El número 1 - II. Escaramuzas - III. Catástrofe - IV. Otro viaje - V. Memorias de un juez de primera instancia - VI. El cuerpo del delito - VII. Primeras diligencias - VIII. Declaraciones - IX. El hombre propone... - X. Un dúo en «mi» mayor - XI. Fatalidad - XII. Travesuras del destino - XIII. Dios dispone - XIV. Tribunal - XV. El juicio - XVI. La sentencia - XVII. Último viaje - XVIII. Moraleja ISBN 978-84-9963-339-8

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información