El capitán Veneno - 2

Parte Segunda: Vida del hombre malo de Pedro Antonio de Alarcón I - LA SEGUNDA CURA A las ocho ae la mañana siguiente, que, por la misericordia de Dios, no ofreció ya señales de barricadas ni de tumulto (misericordia que había de durar hasta el 17 de mayo de aquel mismo año, en que ocurrieron las terribles escenas de la Plaza Mayor) hallábase el doctor Sánchez en casa de la llamada Condesa de Santurce poniendo el aparato definitivo en la pierna del Capitán Veneno. A éste le había dado aquella mañana por callar. Sólo había abierto hasta entonces la boca, antes de comenzarse la dolorosa operación, para dirigir las breves y ásperas interpelaciones a doña Teresa y a Angustias, contestando a sus afectuosos buenos días. -¡Por los clavos de Cristo, señora! ¿Para qué se ha levantado usted, estando tan mala? ¿Para que sean mayores mi sofocación y mi verguenza? ¿Se ha propuesto usted matarme a fuerza de cuidados? Y dijo a Angustias: -¿Qué importa que yo esté...

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