El buey suelto: Jornada III

El buey suelto: Jornada III de José María de Pereda Jornada III - I - Saldo de cuentas atrasadas Por más que de algunos seres privilegiados se diga que por ellos no pasan los años, los años pasan, sin que haya afeite ni fuerza de voluntad que alcancen a borrar sus huellas. O el cuerpo o el alma han de gemir bajo su peso, si es que no gimen a la vez el uno y la otra. Ocioso es que la materia, oronda y esponjada todavía, aspire a los solaces de otros tiempos, si el espíritu que ha de estimularla está seco y abatido; tan ocioso como que éste, retozón y bullanguero, pretenda los deleites de la juventud si está preso y encogido en un cuerpo caduco y achacoso. Fuerte era el de Gedeón y bien nutrido; holgado estaba y hecho a mimos y regalos; defendióse contra el tiempo como gato uñas arriba; pero lloviéronle pesadumbres; abatiósele el espíritu, y cayó vencida su materia mal cebada, como tronco roído por gusanos. Aquel a quien vimos hecho una furia, combatido por...

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