El Anticristo:51
LI Que la fe “salva” eventualmente; que la “salvación” no convierte una idea fija necesariamente en una idea cierta; que la fe no mueve montañas, pero supone montañas allí donde no hay ninguna, es algo de lo que cualquiera se convence realizando una breve recorrida por cualquier manicomio. No convence, por cierto, al sacerdote; pues éste niega por instinto que la enfermedad sea una enfermedad y el manicomio un manicomio. El cristianismo ha menester la enfermedad, más o menos del mismo modo que el helenismo ha menester un excedente de salud; enfermar es el propósito subyacente propiamente dicho de todo el sistema terapéutico de la Iglesia. Y la Iglesia misma ¿no es el manicomio católico como ideal último? ¿No aspira ella a convertir el globo entero en un manicomio? El hombre religioso, como lo quiere la Iglesia, es un típico décadent; todas las épocas en que un pueblo se debate en una crisis religiosa se caracterizan por epidemias nerviosas; el “mundo...
Está viendo el 11% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas