El año en Spitzberg

El año en Spitzberg de Pedro Antonio de Alarcón - I - Estoy viendo desaparecer hacia el Mediodía el buque ballenero que me deja abandonado en esta isla desierta, sobre la arena de una playa sin nombre. ¡Heme aquí solo; solo en un ámbito de mil leguas! Yo amaba a una mujer... El demonio de los celos me mordió el corazón, y he matado a mi rival en desafío... ¡Era un príncipe! Y el Gobierno ruso me ha condenado a pasar aquí un año...; es decir, me ha condenado a muerte. ¡Ah! ¿Por qué no me entregó al hacha del verdugo? ¿Por qué hacerme expirar de frío, de hambre, de tristeza, de desesperación, o disputando mi cuerpo al terrible oso blanco, si mi delito no era más que uno? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¡Spitzberg!... ¡Estoy en el terrible archipiélago que ninguna raza ha podido habitar!¡Me hallo a los 77 grados latitud Norte, a doscientas sesenta leguas del Polo! Creo haber oído decir a mis asesinos que esta isla es la del...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información