El amigo Manso: 32

El amigo Manso Capítulo XXXII de Benito Pérez Galdós Capítulo XXXII - Entre mi hermano y yo fluctuaba una nube ¿Saldría de ella el rayo? Mi propósito era evitarlo a todo trance. Hablé de esto con Lica, que en el breve espacio de un día había vuelto a caer en sus inquietudes y tristezas. La reconciliación matrimonial había sido de tan menguados efectos, que no tardó el espectro de la discordia en anularla pronto, erigiéndose él mismo sobre el altar del destronado himeneo. Durante todo el día que siguió a la trivial disputa, acompañé a mi hermana política, escuchando con paciencia sus quejas que eran interminables... Sí; ya no la engañaría más, ya iba aprendiendo ella las picardías. Ya no volvería a embaucarla con cuatro palabras y dos cariñitos... Por fuerza había algo en la vida de su esposo que le sacaba de quicio. José no era el José de otros tiempos. Con estas jeremiadas entreteníamos las horas de la tarde y de la noche, que eran largas y...

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