El amigo Manso: 30

El amigo Manso Capítulo XXX de Benito Pérez Galdós Capítulo XXX - ¿Con que se nos va usted? -Sí -me dijo en tono resuelto, mirándome de lleno, como si vaciara (así me parecía) todo el contenido luminoso de sus ojos sobre mí. -De veras. ¿Y cuándo? -Hoy mismo. Lo que ha de ser... -¡Qué pícara!... ¿Pero tiene usted algún motivo de descontento en la casa? -No diga usted tonterías. ¡Descontenta yo de la casa! Diga usted agradecidísima. -Entonces... -Pero es preciso, amigo Manso. No se ha de estar toda la vida así. Y si tengo que salir de la casa, ¿no vale más hacerlo de una vez? Cada día que pase ha de serme más penoso... Pues nada, hago un esfuerzo, tomo mi resolución... -¡Es tremendo!... -exclamé hecho un tonto, y repitiendo su adjetivo favorito. -Sí señor; me corto la coleta... de maestra -replicó echándose a reír. ¿No revelaba su rostro una alegría loca? O así era, o soy lo más torpe del mundo para leer tus signos, alma humana. Aquella...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información