El amigo Manso: 18

El amigo Manso Capítulo XVIII de Benito Pérez Galdós Capítulo XVIII - Verdaderamente, señores... Dijo mi hermano; y atascado en su exordio por la obstrucción mental que padecía en los momentos críticos, repitió al poco rato: «Verdaderamente...». Pudo al fin formular un premioso discursejo, cuyas cláusulas iban saliendo a golpecitos, como el agua de una fuente en cuyo caño se hubiese atragantado una piedra. Acerqueme un poco y oí frases sueltas, como: «Yo no quiero salir de mis cuatro paredes... porque también se puede servir al país desde el rincón de una casa... Pero estos señores se empeñan... A la benevolencia de estos señores debo... En fin, esto es para mí un verdadero sacrificio; pero estoy verdaderamente dispuesto a defender los sagrados intereses...». Desde entonces tomó el sarao un aspecto político que le daba extraordinario brillo. Había tres ex-ministros y muchos diputados y periodistas, que hablaban por los codos. La sala del tresillo...

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