El amigo Manso: 08

El amigo Manso Capítulo VIII de Benito Pérez Galdós Capítulo VIII - ¡Ay mísero de mí! ¡Ay infelice! Mortal cien veces mísero, desgraciado entre todos los desgraciados, en maldita hora caíste de tu paraíso de tranquilidad y método al infierno del barullo y del desorden más espantosos. Humanos, someted vuestra vida a un plan de oportuno trabajo y de regularidad placentera; acomodaos en vuestro capullo, como el hábil gusano; arreglad vuestras funciones todas, vuestros placeres, descansos y tareas a discreta medida para que a lo mejor venga de fuera quien os desconcierte, obligándoos a entrar en la general corriente, inquieta, desarreglada y presurosa... ¡Objetivismo mil veces funesto que nos arrancas a las delicias de la reflexión, al goce del puro yo y de sus felices proyecciones; que nos robas la grata sombra de uno mismo, o lo que es igual, nuestros hábitos, la fijeza y regularidad de nuestras horas, el acomodamiento de nuestra casa!... Pero estas...

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