El amigo de la muerte: cuento fantástico :8

El amigo de la muerte: cuento fantástico de Pedro Antonio de Alarcón VIII - Revelaciones -¡Oye! -dijo una voz a Gil Gil cuando caminaba hacia el lecho en que yacía la condesa de Rionuevo. -¡Ah! ¿Eres tú? -exclamó nuestro joven, reconociendo a la Muerte-. ¿Ha expirado ya? -¿Quién? -La condesa... -No. -Pues ¿cómo la abandonas? -No la he abandonado, amigo mío, sino que, como ya te he dicho, yo estoy a un mismo tiempo en todas partes y bajo diversas formas. -Bien...; ¿qué me quieres? -preguntó Gil con cierto disgusto al oír aquella sentencia. -Vengo a hacerte otro favor. -¡Así será él! Habla. -¿Sabes que vas faltándome al respeto? -exclamó la Muerte con mucha sorna. -Es natural... -respondió Gil-. La confianza..., la complicidad... -¿Qué es eso de complicidad? -¡Nada!... Aludo a una pintura que vi cuando niño. Representaba a la Medicina. En una cama yacían dos personas, o, por mejor decir, un hombre y su enfermedad. El médico había entrado en la...

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