El amigo de la muerte: cuento fantástico :13
El amigo de la muerte: cuento fantástico
de Pedro Antonio de Alarcón
XIII - Eclipse de luna
Nunca pusieran fin al triste lloro
los pastores, ni fueran acabadas
la canciones que sólo el monte oía,
si mirando la nubes coloradas,
el transmontar del sol, bordadas de oro,
no vieran que era ya pasado el día.
La sombra se veía
venir corriendo apriesa,
ya por la falda espesa
del altísimo monte...
(GARCILASO.)
¡Oh! Sí; el joven la miraba... como el ciego mira al sol; que no ve el astro, pero siente el calor en las muertas pupilas.
Después de tantos años de soledad y pena, después de tantas horas de fúnebres visiones, ¡él, EL AMIGO DE LA MUERTE, contemplábase engolfado en un océano de vida, en un mundo de luz, de esperanza, de felicidad!
¿Qué había de decir, qué había de pensar el desventurado, si todavía no acertaba a creer que existía, que aquella mujer era Elena, que él era su esposo, que ambos habían escapado a las garras...
Está viendo el 14% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas