Dulce sueño: 06

Capítulo VI 06 Pág. 06 de 07 Dulce sueño Emilia Pardo Bazán El de Carranza - I - Una fiebre nerviosa, no grave, me postra varios días. Convalezco serenamente. Farnesio está como loco. De una parte, cree que me muero; de otra cree que el tío Clímaco ha venido resuelto a hacer una. Sólo es verdad que el tío está en Madrid y no me ha visitado. -Tendrá sus asuntos. No le podemos negar el derecho de viajar a ese señor. Un fruncimiento de cejas de don Genaro; su cara más alargada y preocupada que de costumbre, me indican que el recelo le socava y le mina el espíritu. Ya me figuro lo que teme. Sin embargo, la empresa no ha de ser tan liviana. Sabré defenderme, ahora que las fantasmagorías de amor se han desvanecido, y sólo me queda el ansia de una vida fuerte, intensa, con otros goces y otros triunfos; los que mi brillante posición me asegura, a mí que ya traigo en la lengua, si no la pulpa, por lo menos el jugo acre y fuerte de la poma del bien...

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