Doña Perfecta : 30

10/03/2009 1.321 Palabras

Doña PerfectaCapítulo XXX El ojeo de Benito Pérez Galdós Una mujer y un hombre penetraron después de las diez en la posada de la viuda de Cuzco, y salieron de ella dadas las once y media. -Ahora, señora doña María -dijo el hombre-, la llevaré a usted a su casa, porque tengo que hacer. -Aguarde V., Sr. Ramos, por amor de Dios -repuso ella-. ¿Por qué no nos llegamos al Casino a ver si sale? Ya ha oído Vd... Esta tarde estuvo hablando con él Estebanillo, el chico de la huerta. -¿Pero Vd. busca a D. José? -preguntó el Centauro de muy mal humor-. ¿Qué nos importa? El noviazgo con doña Rosarito paró donde debía parar, y ahora no hay más remedio sino que la señora tiene que casarlos. Esa es mi opinión. -Usted es un animal -dijo Remedios con enfado. -Señora, yo me voy. -Pues qué, hombre grosero, ¿me va Vd. a dejar sola en medio de la calle? -Si Vd. no se va pronto a su...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info