Doña Perfecta : 23

Doña PerfectaCapítulo XXIII Misterio de Benito Pérez Galdós Después de lo que hemos referido, duró mucho la conferencia; pero omitimos lo restante por no ser indispensable para la buena inteligencia de esta relación. Retiráronse al fin, quedando para lo último, como de costumbre, el Sr. D. Inocencio. No habían tenido tiempo aún la señora y el canónigo de cambiar dos palabras, cuando entró en el comedor una criada de edad y mucha confianza que era el brazo derecho de doña Perfecta, y como esta la viera inquieta y turbada, llenose también de turbación, sospechando que algo malo en la casa ocurría. -No encuentro a la señorita por ninguna parte -dijo la criada respondiendo a las preguntas de la señora. -¡Jesús!... ¡Rosario!... ¿dónde está mi hija? -¡Válgame la Virgen del Socorro! -gritó el Penitenciario, tomando el sombrero y disponiéndose a correr tras...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información