Doña Luz: 14

Capítulo XIII 14 Pág. 14 de 22 Doña Luz Juan Valera Crisis Después de haber rechazado con tan cruel desabrimiento las palabras de doña Manolita y después de hechas las paces, doña Luz pensó a sus solas en el valor y motivo de aquellas palabras; y, como si una claridad nueva y extraña iluminase los más oscuros laberintos de su cerebro, creyó percibir la verdad de todo y reconoció que su amiga tenía algunos visos de razón al decir lo que dijo. Doña Luz se había enojado quizá porque su propia conciencia, aprovechándose de las palabras de doña Manolita, había formulado una acusación mucho más severa. ¿Qué diferencia radical e importante se da entre la amistad más tierna y exclusiva, entre la predilección más marcada de un hombre por una mujer y de una mujer por un hombre, ninguno de los dos viejo aún, y el amor más puro, más platónico y más sublime? Doña Luz se ponía a sí misma esta cuestión; y, no acertando a resolverla sino en el...

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