Don Gonzalo González de la Gonzalera: 28

Don Gonzalo González de la Gonzalera-XXVIII: Nubes siniestras de José María de Pereda Lucas se hallaba al lado de Osmunda cuando entró don Lope en la Casona. Le llamó el Hidalgo a su cuarto y le dijo: -Mañana, en cuanto amanezca, saldrás del pueblo para no volver a él mientras yo viva. Quedóse absorto el cojo, y no supo qué responder. -¿Me has entendido? -añadió don Lope, mirándole con fiereza. -Perfectamente -respondió Lucas. Pero ¿a dónde voy? ¿Cómo viviré? El Hidalgo arrojó sobre la mesa un pliego cerrado. -Con ese mendrugo, -dijo al mismo tiempo. Lucas se abalanzó al papel y le abrió con ansiedad. Era una credencial de un destinillo subalterno, que se le daba en la ciudad. Poco valía; pero al fin era algo que, en su concepto, le ponía en camino de conseguir mucho más, acercándole al calor de la vida política. Quiso mostrar su agradecimiento a su tío, creyéndole causante del beneficio que recibía; pero don Lope se le anticipó diciéndole: -Te...

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