Don Gonzalo González de la Gonzalera: 21

Don Gonzalo González de la Gonzalera-XXI: El estampido de José María de Pereda Medio Coteruco se agrupaba delante de la iglesia, a cuya puerta acababa de aparecer Lucas después de haber enarbolado la bandera en el campanario. Rodeábanle los Rigüeltas, Facio, Polinar y Barriluco, con sendos estandartes alzados, si tal nombre merecían unos trapos sucios, sujetos por un lado a una caña amarrada por el medio a la punta de la otra más larga. Al pie de la escalinata yacían desvencijados los tres confesonarios de la iglesia, sacados de ella momentos antes por orden de Lucas. Chisquín lanzaba cohetes al espacio, y el sacristán, mientras su hijo repicaba las campanas, le proveía de tizones. La muchedumbre, atónita, a partes se relamía y a partes relinchaba, según los genios. ¡Tenía que ver aquello! Lucas, resobado, sucio y descosido por la brega que acababa de tener en el tejado, desde lo alto de la escalinata en que se hallaba reclamó el silencio por breves...

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